viernes, 24 de septiembre de 2010

Vida propia.-



En éste sistema muchos creen que tienen vida propia, no la tienen, se dan cuenta cuándo ya es tarde, ha transcurrida la vida que le tocaba. Se vuelven a ir sin la lección aprendida.

Andan muchas personas, de aquí para allá, sin saber porqué, y es que tienen siempre tanta prisa por llegar que nunca llegan.

Los horarios, las prisas, el estrés, la ansiedad, la fatiga, son algunos de los síntomas de ésta sociedad agotada. Desembocando en la falta de seguridad, desconfianza, y cinismo.

Al desconectarse de la esencia, merodea por el rincón de los miedos y se colectiviza el individualismo.

Volver a conectarse requiere de un nuevo acontecimiento colectivo, pero como tal ha de ser de gran envergadura, algo realmente conmovedor, que es precisamente lo que se augura.

El mundo de las sensaciones es para quién sabe apreciarlo, sin mentiras ni rencores.