martes, 21 de septiembre de 2010

Lo que falla es el Ser humano.-



Hablar de la humanidad es hablar de seres humanos.

Pero hablar del ser humano es hablar de una especie única, con un gran potencial, y con una gran carga explosiva de emociones, sentimientos y pensamientos.

Cualquier otra especie del reino vegetal o animal no funciona así.

Su funcionamiento está más en función de su diseño para la vida y no posee la capacidad de alterarlo. Tampoco lo necesita.

El ser humano en cambio posee mente, una mente más activa, más desarrollada, pero muy vulnerable al sistema emocional.

Tanto es así que es difícil encontrar a individuos que sepan separar las emociones de la razón, que sepan pensar y tomar decisiones sin la influencia de las emociones o los sentimientos.

Esa realidad bastaría por si sola para explicar la historia del comportamiento humano, sus logros y sus fracasos, sus avances y sus grandes retrocesos.

La historia de la humanidad es un círculo vicioso trazado por grandes civilizaciones, grandes imperios, que se derrumbaron y desaparecieron casi siempre por una misma causa, las luchas internas por el excesivo poder acumulado.

El ser humano ansía el poder, pero aún no está preparado para administrarlo sin que le destruya.

Y la principal causa reside en dos conceptos antagónicos pero que en realidad son parte de lo mismo, la unidad y el egoísmo.

El diseño humano está basado en la unidad.

Somos un todo que sólo funciona correctamente como tal.

El ejemplo está en nuestro cuerpo, en nuestro organismo. Pero esa unidad que subyace en nuestro diseño puede verse rota porque poseemos, a diferencia de otras especies, una mente que puede tomar decisiones, y si éstas están influidas por las emociones, entonces la base para la ruptura de la unidad, con uno mismo o con los demás, ya está trazada.

Su asignatura pendiente es aprender a crear aquello que sea bueno y útil para su especie y para las demás especies.

Él es la especie dominante y suya es la responsabilidad.

Por eso, lo que falla en el planeta es el ser humano. Todo lo demás es su consecuencia. Δ

- Extracto de artículo publicado en Revista Fusión -