viernes, 27 de agosto de 2010

Maestria interior.-




Cada vez se hace más frecuente escuchar que debemos despertar nuestro maestro interior. Que se acaba el tiempo de seguir a un maestro, de buscar un gurú o guía externo a nosotros.

Sin embargo seguimos buscando una fórmula que finalmente nos despierte a ese Universo imaginado de la supuesta “maestría interior”.

Sabemos que el Amor es la clave. Tenemos la llave pero no encontramos la puerta que hay que abrir, así que seguimos en la búsqueda y en la confusión, esperando encontrar la salida por algún otro lado.

Una de las razones por la cual la incógnita no se revela, es porque cada quien desde su individualidad debe experimentar el camino.

Ya no está en manos de otro –en realidad, nunca lo ha estado – que te diga lo correcto o incorrecto de tu propia búsqueda.

Solo encontrarás personas, señales o pistas en el camino que resonaran con tu alma y en la medida en que las reconozcas y experimentes con ellas, avanzarás o te quedarás dando vueltas en la aparente rueda sinfín.

Una pista:

Préstale atención a la re-conexión con tu cuerpo y con tu universo sensorial-emocional interno.

En mi experiencia, para llegar a ser un “maestro de sí mismo” es necesario entrar al mundo interior y utilizar las emociones como aliadas nuestras y no como nuestras enemigas, que es lo que se nos enseñó hasta ahora.

Ese Universo es con el cual hemos nacido, y como todo lo que tenemos en nuestro diseño original tiene un profundo propósito hacia la transformación que aún desconocemos.

Luis Díaz.- Autor de Liberación de la memoria celular




Identidad.-




Todo llega en su momento "justo", ni antes ni después, tan sólo en el momento en que te encuentras "preparado" para recibir de acorde a tu personalidad, por eso es importante el "reencuentro" con uno mismo, con su verdadera esencia e identidad.

En el ocaso de la pérdida de identidad se halla el vacio, el seguir las modas, los tópicos y no hacer las cosas de acorde con el verdadero yo interior promueve el alejamiento de la armonía.

Por ello es conveniente la relación con almas espirituales semejantes o que sobrevuelen en la misma onda, lo contrario es contrario a la buena armonía.

Así como seas así obrarás, y asi como obras así recibes; en el fondo subyace la ley de la causa y efecto trasladada al ámbito interno-externo de nuestra personalidad y buén hacer.





martes, 17 de agosto de 2010

Transformación social.-





Los organismos vivos alternan interminablemente entre la vida y la muerte, que son, en sí, sólo dos fases de la existencia.

Las causas formadas por una persona en el presente se tornan manifiestas como efectos en el futuro.

Si la gente aplicara esta sencilla ley a su vida, le sería posible desarrollar una actitud constructiva y esperanzada con respecto a sus actividades diarias y reconocer el verdadero valor de la vida en este mundo presente.

El futuro no existe aparte del momento actual; tampoco ha de permanecer fijo en un solo plano.

Qué y cómo seamos en vidas futuras depende de lo que hagamos ahora.

Cada acto, cada pensamiento desempeña un papel en la formación de nuestra existencia futura, tanto en la vida como en la muerte.

La ley de causalidad es válida para todas las existencias, pues satura y moldea el grande y eterno fluir de la vida cósmica...

Al abrigar esta filosofía podemos convertir cada dificultad en una fuente de poder que dará júbilo a nuestra vida.

Las pruebas a las que nos enfrentamos se convierten en elementos para fortalecer nuestro carácter.

La adversidad se torna suelo fértil en donde brotarán y florecerán diminutos brotes verdes.

Cada gota de sudor vertida en la lucha por la autoprotección y el mejoramiento de nuestra sociedad se transforma en la simiente de una mayor energía...

Daisaku Ikeda




Nuestra misión.-




Cada persona, de la primera a la última, tiene una misión.

Cada persona es dueña de un potencial infinito.

La pregunta es cómo hacer para que ese potencial se vuelva realidad.

Cuándo una persona lleva a cabo su revolución humana, brinda coraje y esperanza a las demás, y les infunde convicción y confianza.

Entonces, la inspiración da lugar a la inspiración, y se dispara una reacción en cadena que genera una tremenda energía de cambio.

Daisaku Ikeda


PD.- El que posee las nociones más exactas sobre las causas de las cosas y es capaz de dar perfecta cuenta de ellas en su enseñanza, es más sabio que todos los demás en cualquier otra ciencia.