viernes, 1 de abril de 2011

Un corazón limpio.-



Cuando tenemos un corazón limpio de buenos sentimientos hay espacio para poder llenarlo de nuevo de amor, de más comprensión y paciencia hacia nuestros seres que nos rodean.

Debemos dejar las culpas a un lado si no queremos sentirnos tan miserables en la vida.

Hoy mismo es un buen día para cambiar esas actitudes y dar un paso a la felicidad, porque no importa cual injustas puedan ser las cosas que tengamos que estar cargando, sí somos capaces de limpiarnos de las malas actitudes que hemos guardado, debemos limpiarnos para hacer lugar a las cosas buenas que la vida nos da.

Los recuerdos siempre serán parte nuestra, pero hay que mirarlos como lo que son, simplemente "recuerdos".

Es bonito recordar, incluso llorar por las cosas que un día nos hicieron sonreír, se puede vivir con esos sentimientos que siempre ocuparan un espacio en un rincón de nuestro corazón , pero también estando muy claras que sólo son eso: recuerdos.

Limpiemos nuestras heridas así como limpiamos nuestro hogar que siempre queremos que se vea limpio y ordenado.

Si tienes un lugar en el que puedas estar tranquilo escuchando suaves melodías que te den paz, un lugar en el que puedes estar en un silencio que sólo te pertenece a ti, ve a ese lugar y pasa ese tiempo personal contigo mismo.

Dedícate el tiempo que sea necesario, luego levántate y vuelve con una actitud buena y dispuesto a querer ver la vida a colores.

Nuestro cuerpo es como nuestra casa, si la mantenemos en orden, incluyendo nuestros sentimientos, siempre quedará más espacio para llenarlo con lo mejor de nosotros, la amistad, la comprensión, paz, amor, y buenas intenciones. Sólo así lograremos un perfecto equilibrio en nuestra vida.

Nunca es bueno guardar los malos sentimientos, sobretodo si te hacen daño, como los celos, la ambición, el egoísmo, las malas actitudes con tus seres amados… saca todo eso y tíralo, que todo quede limpio y dispuesto a recibir lo que Dios con tanto amor nos ha regalado.

Entrega amor, compasión y perdón para que seas perdonado por tus faltas.

Todas las personas somos imperfectas, todas hemos cometido errores, pero no hay nada que no podamos superar si así lo deseamos.

Por esa razón es muy bueno deshacernos de todo, que la maldad no haga su morada en nuestro corazón, y así podemos tener ganas de volver a empezar de nuevo con nuestras vidas y con nuestro deseo de que la limpieza llegue también a nuestro interior, quizás un día no muy lejano estés preparado para volver a recibir lo que hoy encuentras imposible.

Tú puedes lograrlo.

Pensamientos silenciosos.-