Somos las únicas criaturas en la superficie de la Tierra capaces de transformar nuestra biología mediante lo que pensamos y sentimos.
La alegría y la actividad armoniosa nos mantienen saludables y prolongan la vida.
No se puede simplemente captar datos aislados y confirmarlos con un juzgamiento.
Quien está deprimido proyecta tristeza por todas partes del cuerpo.
La producción de neurotransmisores a partir del cerebro se altera, el nivel de hormonas varía, el ciclo del sueño es interrumpido, los receptores neuropeptídicos en la superfície externa de las células de la piel se modifican, las plaquetas sanguíneas se tornan más viscosas y más propensas a formar grumos y hasta sus lágrimas contienen trazos químicos diferentes al de las lágrimas de alegría.
Todo este perfil bioquímico será drásticamente modificado cuando la persona se sienta tranquila.
El proceso de envejecimiento puede ser neutralizado cada día.
Shakespeare lo manifestó cuándo a través de su personaje Próspero dijo:
“ Nosotros estamos hechos de la misma materia que los sueños”.
¿Usted quiere saber cómo está su cuerpo hoy?
Hansrat Ali