domingo, 10 de octubre de 2010

Movimiento.-



Observa las olas en el océano.

Cuanto más alta suba la ola, más profunda es la caída que sigue.

En un momento dado eres la ola: al momento siguiente eres el vacío que le sigue. Disfruta de ambos; no te hagas adicto a ninguno de los dos.


Debido a tu voluntad para aceptar los más recientes desafíos de la vida, estás ahora o pronto estarás disfrutando de una fantástica cabalgata del éxito.

Dale la bienvenida, disfrútalo y comparte tu alegría con otros.


Y recuerda que todos los desfiles brillantes tienen un comienzo y un final.

No te sientas tentado a intentar retener cada momento porque la vida es cambio, es movimiento.