viernes, 13 de agosto de 2010

Sabiduria y verdad de Gandhi.-




Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.

Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.

La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.

Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.

Casi todo lo que realice será insignificante, pero es muy importante que lo haga.

No hay camino para la paz, la paz es el camino

Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.

En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.

No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores.

Realmente soy un soñador práctico; mis sueños no son bagatelas en el aire. Lo que yo quiero es convertir mis sueños en realidad.

No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.

La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo. ¿Qué otro libro se puede estudiar mejor que el de la Humanidad?

Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.

El capital no es un mal en sí mismo, el mal radica en su mal uso.

No escuches a los amigos cuando el amigo interior dice: ¡Haz esto!

Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.

Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él.

Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo.

El hombre no posee el poder de crear vida. No posee tampoco, por consiguiente, el derecho a destruirla.

Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos.

Uno debe ser tan humilde como el polvo para poder descubrir la verdad.

Ante las injusticias y adversidades de la vida... ¡calma!.

No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia.

El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser humildes.

Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.

La muerte no es más que un sueño y un olvido.

Todo lo que se come sin necesidad se roba al estómago de los pobres.

Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales.

Correrán ríos de sangre antes de que conquistemos nuestra libertad, pero esa sangre deberá ser la nuestra.

a causa de la libertad se convierte en una burla si el precio a pagar es la destrucción de quienes deberían disfrutar la libertad.

La verdad jamás daña a una causa que es justa.

No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias.

Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia.

El nacimiento y la muerte no son dos estados distintos, sino dos aspectos del mismo estado.

El conocimiento profundo de las religiones permite derribar las barreras que las separan.

Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.

Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla.


No me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a mí mismo, y a no juzgarme como a los demás.


No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.


Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.

Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.

Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.

Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme, y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

Señor... si yo me olvido de tí, nunca te olvides de mí.

Mahatma Gandhi