viernes, 27 de agosto de 2010

Identidad.-




Todo llega en su momento "justo", ni antes ni después, tan sólo en el momento en que te encuentras "preparado" para recibir de acorde a tu personalidad, por eso es importante el "reencuentro" con uno mismo, con su verdadera esencia e identidad.

En el ocaso de la pérdida de identidad se halla el vacio, el seguir las modas, los tópicos y no hacer las cosas de acorde con el verdadero yo interior promueve el alejamiento de la armonía.

Por ello es conveniente la relación con almas espirituales semejantes o que sobrevuelen en la misma onda, lo contrario es contrario a la buena armonía.

Así como seas así obrarás, y asi como obras así recibes; en el fondo subyace la ley de la causa y efecto trasladada al ámbito interno-externo de nuestra personalidad y buén hacer.