jueves, 3 de marzo de 2011

Cierra la puerta.-


Tengo que darme cuenta de la influencia que tiene cada cosa que hago.

Para que las cosas que me pasan me pasen, yo tengo que hacer lo que hago.

Y no digo que puedo manejar todo lo que me pasa, sino que soy responsable de lo que me pasa, porque en algo, aunque sea pequeño, he colaborado para que suceda.

Yo no puedo controlar la actitud, de todos a mi alrededor, pero puedo controlar la mía. Puedo actuar libremente con lo que hago.

Tendré que decidir qué hago. Con mis limitaciones, con mis miserias, con mis ignorancias, con todo lo que sé y aprendí, con todo eso, tendré que decidir cuál es la mejor manera de actuar.

Y tendré que actuar de esa mejor manera. Tendré que conocerme más para saber cuáles son mis recursos.

Tendré que quererme tanto como para privilegiarme y saber que ésta es mi decisión.

Y tendré, entonces, algo que viene con la autonomía y que es la otra cara de la libertad: el coraje. Tendré el coraje de actuar como mi conciencia me dicta y de pagar el precio.

Tendré que ser libre aunque a ti no te guste.

Y si no vas a quererme, así, como soy, y si te vas a ir de mi lado, así como soy no voy a pedirte que te quedes un minuto más de lo que quieras. Te digo: cierra la puerta, porque yo me quedo y hace frío.

Y esta va a ser mi decisión.

Jorge Bucay

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