lunes, 12 de julio de 2010

Confianza.-




Lo fundamental ha de ocurrir primero en el interior.

Si confías en ti mismo, podrás confiar en los demás. Si no es así, no hay posible confianza en nada.

“La sociedad destruye la confianza desde la misma raíz”.

La confianza básica se destruye, y las demás son pura farsa, como flores de plástico, porque no tienes raíces reales para que crezcan “flores de verdad”.

La sociedad lo hace a propósito, porque una persona que confía en sí misma le resulta peligrosa.

La sociedad depende de la esclavitud; ha invertido demasiado en la esclavitud.

Quien confía en sí mismo es independiente.

No se puede predecir qué va a hacer, porque actúa libremente.

“ El que no es predecible puede resultarle una amenaza”.

La libertad es su vida.

Tendrá confianza cuando tenga sentimientos, amor, y su confianza será tremendamente intensa y verdadera, estará viva, será auténtica.

Y entonces estará dispuesto a arriesgarlo todo por ello, pero solo cuando lo sienta, cuando sea verdadero, cuando “mueva su corazón, cuando mueva su inteligencia y su amor”.

No se le puede obligar a creer sin más ni más.

La confianza encierra su magia.

¿Cómo puede engañarte alguien en quién has confiado?

¿Cómo puede llegar tan bajo? Si te engaña, jamás se perdonará a sí mismo.

En la conciencia humana existe una cualidad intrínseca, de confianza mutua.

A todo el mundo le gusta que confíen en él.

Supone el respeto de la otra persona, y cuando se trata de un desconocido, aún más.

No existe razón alguna para confiar en un desconocido, y sin embargo, lo haces. Lo elevas a un pedestal tan alto, lo valoras tanto que le resulta casi imposible caer desde tales alturas. Y si cae, nunca podrá perdonárselo, tendrá que llevar “la carga de la culpa toda la vida”.

Una persona que confía en sí misma llega a conocer su belleza, a saber que cuanto mayor la confianza, más brilla, más tranquila y relajada se siente, más serena y en calma.

Y es tan hermoso que empieza a confiar en más gente, ya que, cuanto más confía, más profunda es la calma, la tranquilidad, que llega a lo más profundo de su ser.

Y cuanto más confía, más se eleva.

La persona que confía conocerá, tarde o temprano, la lógica de la confianza. Y un día “confiará en lo que no conoce”.

Empezar a confiar en sí mismo: esa es la primera lección, la lección fundamental.

Empezar a amarse a sí mismo. Si no te quieres tú, ¿quién va a quererte?

Pero recuerda, que si solo te quieres a ti mismo, será un amor muy pobre.
La confianza es ciertamente un valor superior al amor.

En la confianza el amor está incluido, pero en el amor no está incluida la confianza.

Cuando dices «Confío en ti», se entiende que amas.

Pero cuando dices que amas, la confianza no tiene nada que ver.

De hecho, tu amor es muy suspicaz, muy desconfiado, muy temeroso, siempre en guardia espiando a la persona amada.

Los amantes se vuelven casi detectives.Se espían uno a otro.

El amor es bello si viene como parte de la confianza, pues la confianza no puede existir sin amor".

Relájate en tu ser; estás arropado por el todo.

Por eso, el todo sigue respirando, latiendo en ti.

En cuanto empieces a sentir el enorme respeto, amor y confianza del todo, empezarán a crecer las raíces en tu ser. Confiarás en ti mismo.

Y solo entonces podrás confiar en mí, en tus amigos, tus hijos, tu marido, tu mujer.

Solo entonces podrás confiar en los árboles, los animales, la luna, las estrellas. Entonces, vivirás sencillamente con confianza.

Ya no se trata de confiar en esto o en aquello; sencillamente, confiarás.

En eso consiste el sannyas. El sannyas consiste en deshacer todo lo que ha hecho la sociedad.

Osho