Los animales tienen un instinto innato de supervivencia, utiilizan la violencia para defenderse y sobrevivir.
Las personas, además de ese instinto de supervivencia, pueden tener un espiritu de superación personal o colectiva, de mejora de las condiciones del colectivo o sociedad en que se desenvuelve.
Además pueden tener un espíritu destructivo o de dominación.
Utiliza la violencia - a veces invisible o silenciosa- que puede ser activa o pasiva, para dominar o destruir a quién considera su adversario o se oponga a su sistema de reglas.
Los ejércitos utilizan armas, las Naciones tienen a su disposición armas de destrucción masiva o colectiva, manejan los medios, imponen normas, sus leyes, en muchos casos bajo la legitimidad que le procura un "sistema" democrático o aparente.
Los "espíritus" de dominación, y preeminencia individual consiguiente, se basan en la creencia de que la corrupción existe, que los tratos de favor y la desigualdad existen, de que no se trabaja para el colectivo, lo dan por sentado.
Critican el sistema, cuándo no les beneficia, pero al propio tiempo procuran que el mismo pueda actuar en su beneficio; aunque para ello tengan que invertir gran tiempo y dinero.
No están capacitados para transmitir luz, más al contrario pretenden beneficiarse de la oscuridad y formar parte de la "élite" dominante, son mentes corrompidas, incoherentes, interesadas, decadentes e incompletas.
En el necesario cambio, real, va creciendo un ejército invisible, sin armas, anónimo ni números de identidad.
Son conciencias colectivas, beneficiadas, avanzadas espiritualmente, forman una conciencia colectiva de cambio.
Las murallas físicas no limitan.
Los obstáculos se irán desvaneciendo de forma silenciosa, invisible.
La luz no desfallece.
Camino del cambio el tiempo no existe, envia y recibe, recibe y envia. ¿ Te unes a éste ejército?
Que la luz nos acompañe en nuestro camino!.
