Si cubres los desfiladeros para protegerlos de los vendavales, jamás vas a ver la belleza de sus esculturas.
He aprendido a bendecir y agradecer los vendavales que han dado forma a mi vida.
He aprendido a bendecir y agradecer los vendavales que han dado forma a mi vida.
Podría quejarme de que los rosales tienen espinas, o agradecer que algunos arbustos espinosos tengan rosas.
Elisabeth Kúbler-Ross
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