domingo, 10 de enero de 2010

Rosa azul
























Tu mano suavemente se desliza
acariciando, tierna, mis cabellos.
Se detiene entibi
ándose en mi cuello
duda un momento y sigue... ya sin prisa.

Aparta el velo que mi pecho cubre
y temblorosa emprende la conquista,
llega a la cumbre... sin piedad la excita...
y ante tanta pasi
ón ella sucumbe.

Y al alejarse, dulce y misteriosa,
se rebela mi piel ante la ausencia
y te busca mi mano entre las sombras.

El sue
ño desvanece... y silenciosa
la luz me muestra que de tu presencia
qued
ó una rosa azul... ¡Sólo una rosa!

(Lecabel)