UNA MENTE LIBRE.- La transformación

Una mente libre viaja a través del tiempo, no conoce fronteras, no envejece, y evoluciona.

Una mente libre no juzga ni prejuzga, escucha, analiza y calla.

Una mente libre sólo se detiene en áreas liberadas, gusta y goza con otras libres y evolucionadas.

Una mente libre no se compra ni se vende, no se presta ni se corrompe, es impoluta como la seda blanca.

Una mente libre ama la justicia y rehúye de la hipocresia, alza el vuelo, se desliza y no conoce las fronteras físicas.

Una mente libre está abierta y se esparce con y el conocimiento, no entiende del chantaje ni de manipulación, es gas corrosivo.

Una mente libre no interesa a mentes primitivas, de la división o de los bajos instintos, no gusta a instigadores.

Una mente libre es ordenada y equilibrada, Ordenada para los conceptos, y equilibrada en flexibilidad.

Una mente libre es como la materia inorgánica, es entelequia, pero puede ser sensible al exterior.

Es perdurable porque se transforma, no conoce lo mundano salvo en su plano espiritual.

Es libre como el viento, azul como las estrellas y alegre como la risa del niño.

No se ve, no se palpa, no se toca, sólo se siente y se atrae